Elías Quijada
Por el interés en realizar acciones que puedan cambiar la realidad de su entorno y producir una verdadera transformación en la sociedad para que cada día sea mejor, siete estudiantes de diferentes licenciaturas de la Universidad de Sonora integraron la agrupación Búhos por la Paz.
Instituido en enero de 2021, el grupo juvenil universitario tiene como miembros fundadores a Karey Guadalupe Contreras Moroyoqui, de Ingeniería Industrial y de Sistemas; Christian David de Los Reyes López, de Ingeniería Química; Nadia Anaih Cortez Granillo, inscrita en programa de Biología; Celia Gisel Orozco Montes, de la Licenciatura en Negocios y Comercio Internacionales, y Mónica Guillén Palomino, Lorena Pimienta Acuña y Cecilia Valeria Zúñiga Perpuly, alumnas de la Licenciatura en Derecho.
En entrevista, Contreras Moroyoqui señaló que el año pasado fue becada por el gobierno federal para ser promotora de la paz y recibió capacitación para desempeñar trabajos enfocados a la reconstrucción del tejido social, pues cree firmemente que a través de acciones específicas puede cambiar la realidad y transformar su comunidad.
Explicó que la visión del grupo está muy perfilada a lo que se enseña en el programa educativo de Ingeniería Industrial y de Sistemas, que adiestra en la formación de recursos humanos para resolver problemas, y por ello se unió para aplicar sus conocimientos a situaciones adversas que vive la comunidad hermosillense.
Por su parte, Mónica Guillén dijo que formar parte de Búhos por la Paz produce en ella la motivación de hacer las cosas bien y que se pueden llegar a hacer trabajos relacionados con labor social para impactar de manera positiva la vida de las personas.
Ejemplificó que unas de las acciones que más le gusta es apoyar eventos de reforestación porque vivimos en una región con serios problemas climáticos, donde prevalece la sequía y la falta de agua, y unirse a grupos con iniciativas sociales le deja una satisfacción que está aportando un granito de arena para cambiar la historia de las futuras generaciones.
Apoyos reales a sectores vulnerables
Otra integrante que se adhirió poco después de la fundación de la agrupación fue Paola Joseline Chaparro León, estudiante de la Licenciatura en Enseñanza del Inglés, quien se enteró del proyecto por fuentes ajenas a la asociación, y al leer y estudiar las iniciativas que planteaban como club universitario le interesó porque siempre se ha inclinado a participar en eventos donde la comunidad salga ganando a través de proyectos que dejen apoyos reales para los sectores vulnerables.
“Específicamente, ir al parque la Sauceda a apoyar las jornadas de limpieza, es un eje de la acción comunitaria para hacer de ese espacio un lugar más ameno. Para participar fuimos invitados por la organización Ciudadanía Activa, en colaboración con otros grupos ambientalistas que se dedican todos los sábados por la mañana a esta actividad”, dijo.
Chaparro León indicó que participaron en la edición número 94 de las jornadas, que se llevó a cabo el 29 de mayo, y estuvieron presentes ocho miembros del club Búhos por la Paz. En esa acción se removió zacate buffel, hierba invasora, y se plantó sábila y otra flora nativa de la región. Igualmente, fortalecimos la vinculación con Raúl Baca y Cristian Castillo, jóvenes emprendedores que promueven un bosque urbano en las inmediaciones de la Sauceda.
En la jornada de limpieza participaron los estudiantes universitarios Karey Guadalupe Contreras Moroyoqui, Mónica Guillén Palomino, Christian David de los Reyes López, Ana Paula Carvajal Sánchez, Arianna Esmeralda Orozco Robles, Emiliano Martínez Moreno y Paula Joseline Chaparro León.
Promotores de la paz
Para lograr la conformación del club Búhos por la Paz se tuvo la intervención de las académicas Luz María Durán Moreno, directora de la División de Ciencias Sociales, y de María Elena Carrera Lugo, docente del posgrado y tutora de las jovencitas de Búhos por La Paz, quienes gestionaron ante el gobierno federal, a través de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies), un programa de becas para estudiantes universitarios promotores de la paz a partir del trabajo universitario.
En su papel de asesora, Carrera Lugo mencionó que la Presidencia de la república planteó que se tenían 300 becas que serían distribuidas en 30 universidades de las 160 que conforman a Anuies, y para beneplácito de los sonorenses, la máxima casa de estudios del estado salió seleccionada para obtener becas destinadas a alumnos con ciertas características; entre ellas, ser estudiantes de semestres intermedios y que desarrollaran un proyecto de paz con mayor impacto comunitario.
“Los jóvenes cumplieron con el perfil y recibieron 260 horas de capacitación, y como producto final planearon un proyecto con el cual aprobaran sus capacidades: de ahí nació la Primera Semana por la Paz, que se realizará en el mes de septiembre, donde habrá conferencias, talleres, foros, conversatorios y actividades recreativas; el formato está por definir según los protocolos de la Secretaría de Salud ante la contingencia sanitaria”, afirmó.
Somos una iniciativa integrada por estudiantes, académicos y público en general que busca sembrar en la comunidad espacios de prevención y protección a la salud, a través del encuentro, de la convivencia sana y de la participación social. Convocamos a la comunidad a cuidar, defender y potenciar la vida por medio de la escucha, del hacer organizado y de la construcción colectiva de procesos de paz, sostuvo.
Semana por la Paz
La académica universitaria expresó que el objetivo de la agrupación es promover una Semana por la Paz que genere acercamiento e interés en los alumnos y docentes de la Universidad de Sonora con el uso de diversas prácticas y experiencias para que posteriormente puedan replicarlos dentro de su entorno y en la comunidad, logrando así una promoción exitosa de la cultura de paz con mayor alcance a largo plazo.
Los ejes que tienen como base para fortalecer el trabajo comunitario es Salud mental y adiciones, que tiene como propósito promover las desestigmatización de los trastornos mentales y adicciones para evitar la exclusión social de quienes las padecen; Perspectiva de juventudes, que busca transformar la relación predominante entre las personas de distintos grupos de edades y generaciones a partir de la revisión de los prejuicios y el impulso a la participación efectiva de las y los jóvenes en la vida privada, pública y política de nuestro país.
También incluye la Cultura de la paz, que refrenda el fomento de una sociedad basada en valores, ideas, actitudes y comportamientos que reflejan el respeto a la vida, a la dignidad del ser humano y a la naturaleza, y que ponen en primer plano los derechos humanos, la igualdad entre hombres y mujeres, el rechazo a la violencia en todas sus formas, la adhesión a la democracia y a los principios de libertad, justicia, respeto, solidaridad y tolerancia.
Acción comunitaria tiene como objetivo fomentar el ejercicio de los derechos culturales de personas, grupos y comunidades, y por último, la Economía social, que es un modelo socioeconómico de organismos de propiedad colectiva, basadas en las relaciones de solidaridad y cooperación, que, mediante la gestión sustentable de empresas coloca en el centro al trabajo, la toma de decisiones democrática y la distribución equitativa de la riqueza.