Elías Quijada
El grano de mar y la péchita de mezquite son dos recursos naturales abundantes en el estado de Sonora y poseen grandes cantidades de nutrientes como proteínas y carbohidratos que son necesarios para la dieta de la comunidad Konkaak o comca’ac, aseguró Laura Monti, profesora investigadora de la Universidad de Arizona.
En su intervención con la conferencia magistral “El nexo entre seguridad alimentaria, energía y agua en territorios indígenas de zonas áridas”, en el II Congreso Internacional en Ciencias Alimentarias y Biotecnología (CICAB II), la experta en diversidad biocultural y ecológica dijo que la alimentación en comunidades originarias está muy ligada a tradiciones, historia, conocimiento de plantas, animales silvestres, así como comportamiento y biología.
Un ejemplo, comentó, es el grano de mar, el cual se ha estudiado desde un enfoque biocultural en la comunidad comca’ac, el recurso natural es un pasto marino, similar al trigo, alto en proteína, ácidos grasos, lípidos y una intensa fuente de calorías.
Único en el mundo
El consumo del grano de mar es único en todo el mundo y se utiliza la semilla de la planta como recurso alimentario, el cual es separado del zacate y se procesa como suplemento alimenticio. “Se puede hacer como desayuno, freír con poco aceite y algunas especies e ingredientes y queda una satisfacción prolongada”, aseguró.
La ubicación geográfica donde se concentra la proliferación del zacate marino inicia en el Canal del Infiernillo y se extiende hasta la Isla del Tiburón y es único en el Golfo de California; su presencia en la región de debe a condiciones geológicas, de la profundidad del mar, temperatura y es hábitat de tortugas y del asentamiento humano de la comunidad comca’ac.
La producción de la semilla es anualmente y se reproduce al 100% en sus brotes y la comunidad originaria la explotan a favor de su alimentación. Se puede almacenar la semilla, antes era en vasijas de barro sellados para evitar humedad y utiliza en épocas de sequía; los procesos de recolecta y preparación se hace en un periodo corto y la técnica se pasa de generación para conservar las tradiciones, apuntó.
Grandes virtudes
Otro alimento que es esencial en la dieta de las comunidades indígenas, en específico en Sonora, es la harina de péchita de mezquite, que es rica en proteína y desempeña un papel sobresaliente en la prevención de la diabetes y sus complicaciones, sostuvo en su intervención Laura Monti.
Destacó que el mezquite es una planta extremadamente dura y tolerante a la sequía debido a su extensísima red radicular y gruesa raíz principal; además, su madera es utilizada por la industria carbonera.
Existen alrededor de 43 de diferentes especies y se encuentra en la mayoría del territorio mexicano hasta Sudamérica en países como Chile y Argentina.
Laura Monti es una ecóloga cultural del Centro de Estudios Ecológicos de Bahía Kino del Colegio Prescott. Su investigación y servicio se enfoca en la diversidad biocultural y la salud social y ecológica.
Su doctorado es por la Universidad de Arizona en Antropología médica y en Ciencias etnoecológicas de recursos de zonas áridas y su maestría es del Departamento de Pediatría y salud comunitaria de la Universidad de San Luis.
En los últimos 20 años, ha vivido y trabajado en el suroeste de Estados Unidos y en el noroeste de México, enseñando en universidades y desarrollando programas comunitarios interculturales y como guía en inversiones filantrópicas que se enfocan en atender los complejos desafíos ecológicos y sociales que enfrentan en su vida diaria las comunidades autóctonas.